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Las fotografías en las casas son un recurso decorativo muy personal. Cuando yo tenía veinte años, no me gustaba en absoluto ver fotos en las casas, las antiguas me daban miedo y las grandes de niños, de bodas y demás eventos colgadas por las paredes me parecían un tanto horterillas. Pero como todo cambia, tanto las personas como las modas, (igual con la edad me he vuelto hortera) he de reconocer que me encanta ver fotos en una casa, creo que dicen mucho de nosotros, nos ayuda a recordar a gentes que no están con nosotros, que viven muy lejos o un momento importante en nuestras vidas. Las blanco y negro son adorables pero también las de color. Las pequeñas son íntimas y las maxi arrolladoras. Aunque también hay que saber qué mostrar, dónde y en qué tamaño y no todo el mundo tiene en cuenta estos aspectos a la hora de exponer.
¿Te gusta entonces la idea de poner fotografías en casa?
